Conforme el taoísmo, nuestra atracción por nuestra pareja depende de la fuerza de la carga yinyang que existe entre nosotros. Cuanto mayor es la carga, mayor es la pasión. Cuanto menor es la carga, menor es la pasión. La pérdida de este cargo es la razón por la cual muchas relaciones se vuelven llanas o aburridas. (También es la razón por la que muchas de estas parejas experimentan un parpadeo de pasión después de que uno de los socios se fue en un viaje de negocios, puesto que la separación temporal tiende a recargar la polaridad de los socios).
Existen muchos autores que cuando se largan a hacer predicciones sobre el futuro de la Red parecen ignorar nuestra necesidad natural (vital), que trasciende el hábito, de relacionarnos físicamente con nuestros semejantes. Aislados aloquecemos, incluso podemos morir. Es en el encuentro (o bien el desencuentro) con los Otros en donde se justifica, se explica nuestra existencia. Romper con el cerco del aislamiento es lo que nos permite mantenernos vivos, a nosotros como individuos y a los seres humanos como especie. Condición primigenia de la vida que parecen ignorar aquellos tecnopredicadores que como el pensador francés Pierre Lévy (2000) predicen sin atisbos de alarma en sus palabras que en las primeras décadas del siglo veintiuno la mayor de la vida social se realizará en el ciberespacio. Bajo los efectos de los efluvios de la tecnofascinación, Lévy afirma que Internet es simplemente el estadio que sucede a la urbe física en el reagrupamiento social de la humanidad.
Desde la perspectiva de los genes, sabemos que la mujer invierte mucho más que tú y que yo en una relación sexual. Por este motivo, su estrategia a la hora de hacerlo es totalmente distinta de la tuya o de la mía. Tus prejuicios, inseguridades, pensamientos y ego son como basura flotando en el mar. Imagínalo, imagina que estas nadando en el mar y te volteas para flotar, estas muy relajado con tu cuerpo acostado sobre las aguas, dejando que el agua te lleve a su antojo, mirando el cielo azul con un montón de nubes moviéndose formando dibujos. Y de pronto pasa flotando junto a ti una lata de atún abierta. ¿Te saco de onda cierto? Una imagen así, te hace salir de forma brusca de ese estado de relajación y entrega. Ahora llevémoslo a tu relación, estas en cama con él o bien con ella, tu piel ya esta tibia y los besos se vuelven cada vez más intensos, tus manos recorren su cuerpo y tu pareja responde con movimientos suaves y rítmicos empujándote y atrayéndote suavemente con los movimientos de su pelvis, tal como lo harían las olas. Se miran intensamente, el deseo crece poco a poco más, y si tuviesen un termómetro entre ustedes 2 posiblemente reventaría por la intensidad del instante, pero de súbito, tocas un rollo en el vientre de tu pareja, o quizá no sea uno, sino más bien dos o 3, más comúnmente conocido en mi país como un Michelin, haciendo alusión con este nombre a un personaje de una famosa marca de neumáticos. Esto activa inmediatamente un patrón de pensamientos y prejuicios que te sacan de ese estado profundo de conexión y te impide seguir gozando de forma plena del contacto con la otra persona.
Mis manos y mis labios te van a conducir al séptimo cielo
El resultado de la encuesta de participantes del seminario oficial del doctor Lowndes afirma que las mujeres prefieren los informes de buena calidad (¡limpio!) Sobre un hombre. Pero no demasiado breve. A menos que seas Brad Pitt, eso es. Pero yo divago. Las peculiaridades de un individuo serían algo así como hechos inmutables, o de poquísima movilidad, de no existir la posibilidad de ponerlas en contacto con las de otros individuos por medio de alguna de la gran variedad de formas de interacción humana. Los contactos humanos se pueden comparar con la sinapsis entre las neuronas. Por cierto, el número de neuronas en un cerebro es posiblemente próximo al de la población mundial y entre ellas se produce una cantidad inestimable de contactos. La existencia y función de las neuronas se pueden comprender por su capacidad de establecer contactos, de otro modo no pueden tener justificación en el organismo.
El sexo en la ducha (ver número 8) es un fetiche para muchas parejas y en especial para los hombres, tal vez pues está tan con fuerza asociado con la excitación, la fantasía y la masturbación. Marcas de BDSM como dominación y sumisión (ver número 2), moderación (ver número 5 y número 34), dolor (ver número 11), sexo rudo y fantasías de fuerza (ver número 27), así como voyerismo y exhibicionismo (ver número 24 ), completan las preferencias sexuales más populares de las parejas usuales. Esto se genera en infinidad de veces. Y tanto monta, monta tanto Isabel como Fernando (frase para la historia). Una relación cuando pierde el equilibrio, está condenada al fracaso si no se implanta algo de cordura. Esta es la forma en que la mujer se libera de sí misma como mujerhembra, que consiga verdaderamente la humildad y deje de declararse una imbécil ante cuestiones cósmicas, o al menos, se declaren como humanas.
¿Quieres perderte entre mis curvas? Puesto que ven a gozar conmigo y a recorrerlas poco a poco
Ya en los Upanisads aparecen las primeras indicaciones y normas para practicar la concentración meditativa que conduce al Samadhi, o sea a la fusión del Atman individual en el Atman universal, y por tanto en el Brahman uno y sin segundo. Las disciplinas prescriptas a tal fin por los textos védicos se sintetizan en 4 elementos: 1) oír o Sravana, que implica escuchar las enseñanzas de un Gurú calificado capaz de explica el verdadero significado de las escrituras; 2) meditar o Manana, que esencialmente consiste en intentar captar mediante el intelecto la esencia del Brahman, como primer paso cara la adecuada discriminación de la auténtica realidad; 3) pensar o bien Nidhidhyasana, que se fundamenta en conseguir la concentración de la psique en una fluida corriente de pensamientos sobre el Brahman; y 4) absorberse en el AtmanBrahman o Samadhi, que implica identificarse con la auténtica verdad nodual, meta a la que se llega meditando sobre ella ininterrumpidamente y por largo tiempo.
Aprendizaje aventura
El juego con fuego es otra forma de juego de borde. Debido a que tengo muchos amigos anormales que trabajan en el espectáculo freak real (¡Coney Island, EE. UU.!), Conozco a personas que tragan el fuego, lo respiran y hacen malabarismos con el fuego. También sé que probablemente todos dirían lo mismo sobre el juego con fuego: a menos que y su pareja sean especialistas en incendios altamente capacitados, no se pongan nerviosos con el fuego. Y por especialistas, me refiero a que ambos son bomberos entrenados y los 2 están en equipo completo de bomberos con mangueras y extintores cercanos.
Absolutamente nadie puede aprender hacerlo en la cama sin ayuda. Los hombres y las mujeres tienen que aprenderlo juntos. Semeja más natural que sea el hombre que instruya a la mujer en una nueva experiencia sexual; sin embargo muchos hombres comenten el error de opinar que una vez perdida la virginidad, debe ser más experto que las mujeres con quien se acuesta. Esta actitud podría impedir una buena actuación en la cama. Voy a contar una rutina básica de corta duración, que es considerada eficaz. Tanto yo como mis amigas utilizábamos esta rutina para facilitar nuestro trabajo y dejar al cliente del servicio satisfecho. Prácticamente no supone desgaste físico y trabaja los 3 puntos primordiales de un encuentro: el visual, el auditivo y el físico.
Cuántos de vosotros no se han planteado en ningún momento un ¿qué es lo que quiero para mi vida?. Otra cosa es no saber contestar a ello. Eso es más frecuente de lo deseable. Reconozcamos que poquísimos han hecho un trabajo interior de conocimiento real de sí mismos, y, llegada una cierta edad, es cuando aparece la sensación de vacío, de ir tirando sin más ni más, pero ya es tarde para cambiar y es cuando se confunden las auténticas metas con las falsas. Es en el momento en que nos dejamos llevar por sensaciones placenteras en un corto plazo que, sin embargo, no proporcionan la dicha duradera. ¿No es acaso cierto que ver la televisión, por ejemplo, distrae, mas no da la felicidad plena? Tomar, fumar, las drogas, el sexo, la fiesta, la riqueza producen solo un placer y una euforia temporal, mas no la felicidad plena. Ni tan siquiera la religión, como un acto de cara a la galería, logra nada durable. Una vida puede entenderse como vacía si las únicas metas que nos resultan de interés son materiales. Podemos distraernos con metas financieras, con la sensación agradable que da el poder, el estatus social, las fiestas, los regalos, los hobbies…, mas no son suficientes. Todo lo material termina con la pura posesión del mismo y un inconveniente más grave es que el vecino se adquiera un vehículo más grande que el tuyo, puesto que hasta el momento en que no lo tengas asimismo, no vas a ser feliz: Keep up with the Jones (procurar tener siempre y en todo momento más que el vecino… Suena familiar, ¿no?).
Pasa el extremo del cabo largo a través del bucle y tira con fuerza de él
Más tarde, me contó que había comenzado a sentirse atraído por una mujer que había conocido en su ámbito profesional. Esto se explica debido al efecto de generalización que puede acontecer en este género de terapias. Evidentemente, al no necesitar del dolor para excitarse, tampoco precisaba de los hombres rudos a fin de que lo agredieran. La meta de la terapia era corregir el problema masoquista, en ningún instante se intervino su orientación homosexual. ¿Alguna vez te habías preguntado: por qué en el momento en que una persona no es feliz sentimentalmente se transforma en desengañada? Lo cierto es que saber expresar nuestros sentimientos cara el resto constituye fundamental de nuestro existir. Lo decía el papa Juan Pablo II: No hay peor cárcel que la que sufre una persona con el corazón cerrado. Si una persona no puede darle curso a sus sentimientos, difícilmente puede ser feliz, ¿por qué? pues se vuelve más intolerante, pesimista y ¡claro!, empieza a ser molesta para ella misma y para los demás.
Todos sabemos que los humanos tenemos una tendencia innata a acomodarnos en el espacio mental que nos otorgan los estereotipos. Por comodidad, nos servimos de ellos en demasiadas ocasiones para, sin esforzarnos en razonar un poco alén de lo que, de puro estereotipado, semeja evidente, ordenar nuestros pensamientos y edificar nuestras creencias. De esta forma, la persona gordita es tomada a priori y a la primera de cambio por bonachona y los cojos son vistos como personas de agrio carácter y escasa sonrisa. El estereotipo que se ha construido sobre ellos es el que es y poco importa, frente a eso, que podamos hallar a un obeso que linde mentalmente con la sociopatía o a una persona con movilidad reducida en las extremidades inferiores que sea de natural afable. Los estereotipos creados sobre esas personas están ahí y derruirlos no es, de ningún modo, tarea simple.